Mitología
Según ls mitología griega antigua, el Padre de los dioses olímpicos, Dias (Zeus>Zas) pasó su infancia en la cueva de Za después de su partida de Creta y antes de su aparición ante su padre Cronos de la engañosa manera conocida escenificada por su madre Rea.
La relación de Naxos con Creta no termina en la mitología (véase también el abandono de Ariadna por Teseo en Naxos) pero continúa incluso hasta los tiempos modernos (véase también la migración de Creta en 1669, refugiados cretenses después del fracaso de la revolución de 1824, la famiglia de Kazantzakis a principios del XX siglo etc.)
En la cima de la montaña, desde la antigϋedad, está la inscripción ¨ΟΡΟΣ ΔΙΟΣ ΜΗΛΩΣΙΟΥ¨ (¨OROS DIOS MILOSIOU¨montaña de Zeus, guardián de las ovejas).
Se supone que en la cima de esta montaña pisó por primera vez la diosa Artemisa cuando llegó a Naxos perseguida por los hermanos gigantes ¨Aloades¨ que la acorralaron en la abertura que dejaron las dos colinas que acaban en el punto donde hoy se encuentra la pequeña iglesia de Santa Cruz.
Los gemelos gigantes Aloades (Aladae o Aloidae) eran frutos del amor ilícito de Ifimedia con su suegro, diós Poseidón, llamados Otos y Efialtes.
Los gemelos estaban creciendo de manera antinatural ya que se hacían una braza (1.83 metros) más altos y un codo (75 centímetros) más gordos cada año. Esto más bien vindica a aquellos que creían que los Aloades eran hijos de Gaia, y que Ifemedia era solo una madre de alquiler.
Según el oráculo, no había forma de que murieran sino solo exterminándose el uno al otro.
Cuando tenían nueve años se enamoraron de dos diosas, Otos de Artemisa y Efialtes de Hera, y, para poder llegar a sus amadas a la cima del monte Olimpo, pusieron el monte Pelio encima del monte Ossa (Monte Kísavos).
Las dos diosas estaban molestas por la presión que les ejercían los chicos, y buscaban la manera de deshacerse de ellos.
Apollon aconsejó a su hermana, y ella, siguiendo su propuesta, envió un mensaje a Otos de que los sentimientos eran mutuos y lo invitó a encontrarse a Naxos.
Efialtes pensó que la invitación venía también de parte de Hera y siguió a su hermano. Cuando llegaron a Naxos descubrió que no era así. Efialtes, no obstante, decidió reclamar Artemisa a Otos.
Siguió una disputa entre los dos hermanos, cuando Artemisa -siguiendo el plan de su hermano- se tranformó en un ciervo y se interpuso entre ellos. Los hermanos estiraron sus arcos para matarlo, la diosa transformada en ciervo desapareció y los dos enamorados se mataron entre sí.
Se supone que el episodio del mutuo exterminio tuvo lugar en la abertura que se crea entra los dos cerros que conducen al punto donde se encuentra la pequeña iglesia de Santa Cruz, ya que Artemisa es lógico haber pisado la cima de Za, y los dos hermanos la siguieron para tratar de atraparla entre las dos colinas bajando.